El impacto del eucalipto en la biodiversidad
El estudio de los efectos del eucalipto en la biodiversidad ha sido objeto de intenso debate en las últimas décadas. Como señala el catedrático Francisco Díaz Fierros Viqueira, aunque en un principio se puso más énfasis en su impacto sobre el suelo y el agua, con el tiempo, los efectos de estas plantaciones sobre la flora y la fauna comenzaron a recibir mayor atención. Los estudios iniciales en la década de 1970 mostraron resultados contradictorios, en parte debido a la falta de metodologías adecuadas para evaluar el impacto real de estas plantaciones en diferentes contextos ecológicos.
A medida que la investigación avanzó, se evidenciaron efectos tanto positivos como negativos. En general, las plantaciones de eucaliptos han sido asociadas con una menor biodiversidad en comparación con los bosques autóctonos, pero en ciertos casos pueden representar una mejora respecto a tierras degradadas o sobreexplotadas. Esto sugiere, como indica Díaz Fierros, que el impacto del eucalipto en la biodiversidad no puede analizarse de forma aislada, sino en relación con el contexto ambiental y el manejo forestal.

Impacto sobre la flora: competencia y alelopatía
Uno de los efectos más discutidos del eucalipto sobre la flora es la competencia por los recursos, especialmente agua y nutrientes. Según el profesor Francisco Díaz, estudios realizados en la India y Malawi mostraron que los eucaliptales pueden reducir significativamente la disponibilidad de recursos para otras especies vegetales, afectando el desarrollo del sotobosque. Esta competencia es particularmente evidente en regiones con escasez de agua, donde los eucaliptos pueden secar el suelo a profundidades considerables.
Además, el eucalipto tiene un impacto químico sobre la vegetación circundante a través de la alelopatía. Investigaciones como las de R. Del Moral y C. Muller en Australia (1969) demostraron que los eucaliptos liberan sustancias químicas como terpenos y polifenoles, que pueden inhibir la germinación y el crecimiento de otras especies vegetales. Este fenómeno se ha observado también en España, donde estudios de A. Molina et al. (1991) encontraron efectos alelopáticos en el suelo bajo eucaliptales, aunque su intensidad variaba según la humedad del ecosistema.
Sin embargo, algunos estudios sugieren que estos efectos pueden atenuarse con el tiempo. Investigaciones realizadas en Galicia y Asturias han mostrado que los eucaliptales más antiguos presentan una mayor diversidad de especies vegetales en comparación con las plantaciones más jóvenes. Esto sugiere, como apunta Díaz Fierros Viqueira, que con un manejo adecuado y turnos de explotación más largos, se pueden mitigar algunos de los impactos negativos sobre la flora.
Impacto sobre la fauna: la controversia del «desierto biológico»
En cuanto a la fauna, la percepción inicial de que los eucaliptales eran “desiertos biológicos” ha sido cuestionada con el tiempo. Si bien es cierto que los bosques naturales presentan una mayor diversidad de especies, estudios como los de M.D. Poore y C. Fries (1987) demostraron que los eucaliptales pueden albergar fauna, especialmente si se aplican técnicas de manejo adecuadas.
Según Díaz Fierros Viqueira, las revisiones de la FAO en la década de 1990 y principios del siglo XXI han corroborado que, aunque las plantaciones de eucaliptos tienen menos biodiversidad que los bosques autóctonos, pueden ser comparables a otros ecosistemas degradados, como praderas sobreexplotadas o cultivos intensivos. Además, en algunos casos, los eucaliptales pueden servir de refugio para ciertas especies que se adaptan a este entorno.
Estudios en España han mostrado una reducción en la población de aves en masas de eucaliptos jóvenes en comparación con bosques de robles y castaños. Investigaciones de J.L. Tellería y A. Galarza (1990) en Cantabria y el País Vasco encontraron que la densidad de aves en eucaliptales era un 50% menor que en pinares y hayedos. Sin embargo, también se ha observado que la fauna en estos bosques puede aumentar con la edad de la plantación y la conservación de sotobosque.
Un estudio reciente en Portugal (L. P. da Silva et al., 2019) sobre la biodiversidad en 40 parcelas forestales mostró que, aunque los eucaliptales presentan menos taxones vegetales que los robledales, su diversidad de artrópodos del suelo y pequeños mamíferos puede ser comparable o incluso superior a la de otros tipos de vegetación. Esto refuerza la idea, defendida por Díaz Fierros Viqueira, de que el impacto del eucalipto en la fauna depende en gran medida del manejo forestal.
El papel del manejo forestal en la biodiversidad
A lo largo de las últimas décadas, el debate sobre el eucalipto y la biodiversidad ha evolucionado hacia una discusión más amplia sobre el manejo de plantaciones de rápido crecimiento. La Convención sobre la Biodiversidad de 1992 marcó un punto de inflexión en la valoración de los ecosistemas, estableciendo principios de manejo sostenible que han sido adoptados en diversas partes del mundo.
Estudios como los de Brockerhoff et al. (2008) y Camus et al. (2006) han señalado que el impacto del eucalipto en la biodiversidad depende en gran medida del tipo de gestión forestal. Como destaca Díaz Fierros Viqueira, se ha identificado que la biodiversidad en las plantaciones mejora cuando se aplican prácticas como:
- Aumentar la edad de las rotaciones, permitiendo el desarrollo de un sotobosque más complejo.
- Conservar fragmentos de vegetación autóctona dentro y alrededor de las plantaciones.
- Diversificar la estructura forestal, incorporando especies nativas y promoviendo una mayor heterogeneidad del paisaje.
- Mantener restos de madera en el suelo, favoreciendo la presencia de microhábitats para insectos y pequeños mamíferos.
Estas estrategias han demostrado ser efectivas para incrementar la biodiversidad en plantaciones de eucaliptos y han sido promovidas en certificaciones forestales como FSC y PEFC, que actualmente abarcan millones de hectáreas en todo el mundo.

Resumen
El impacto del eucalipto en la biodiversidad es un tema complejo y depende de múltiples factores. Como señala Francisco Díaz Fierros Viqueira, si bien las plantaciones de eucaliptos tienden a reducir la biodiversidad en comparación con los bosques autóctonos, su efecto no es uniformemente negativo. En muchos casos, su impacto depende del contexto ecológico y del manejo forestal que se aplique.
Los estudios han demostrado que el eucalipto puede afectar la flora mediante la competencia por recursos y la alelopatía, mientras que su impacto en la fauna varía según la edad de la plantación y la conservación de elementos naturales. Sin embargo, con prácticas de manejo adecuadas, es posible minimizar los impactos negativos y, en algunos casos, incluso mejorar la biodiversidad en comparación con tierras degradadas.
El verdadero desafío, según Díaz Fierros, radica en encontrar un equilibrio entre la producción forestal y la conservación de los ecosistemas, asegurando un modelo de desarrollo responsabel que permita aprovechar los beneficios del eucalipto sin comprometer la biodiversidad a largo plazo.
La gestión forestal sostenible solo es viable si es rentable, y esa rentabilidad debe venir de la iniciativa privada.l abandono de los montes por falta de incentivos aumenta riesgos como incendios y plagas. El sector forestal necesita mecanismos de mercado como bonos de carbono, certificaciones y retribución por servicios ecosistémicos para ser sostenible.
Estudios recientes indican que una gestión agrupada de montes puede multiplicar la rentabilidad y reducir incendios, demostrando que el éxito pasa por modelos privados eficientes.
Si queremos bosques productivos y ambientalmente valiosos, el foco debe estar en facilitar que la gestión forestal privada sea rentable, no en subvenciones estatales.