En un escenario económico desafiante, la industria de la celulosa y el papel en Europa enfrenta una espiral descendente durante el 2023, según revela un informe preliminar de Cepi difundido hoy.
El informe señala que varios factores externos, incluyendo un entorno económico adverso, reducción de existencias y persistentes costos energéticos, han propiciado una disminución significativa en la producción del sector. Con una caída del 15,3% en el consumo durante el último año, la industria papelera sufre su segundo año consecutivo de contracción, registrando una reducción del 12,8% en la producción, superando incluso los estragos económicos provocados por la crisis del Covid-19 en el 2020.
Las perspectivas económicas mundiales a medio plazo han exacerbado esta tendencia, afectando tanto la demanda de papel y cartón como las existencias disponibles. Esta situación se ha visto agravada en Europa por los altos costos de los costes de producción, especialmente la energía, cuyo precio sigue siendo insosteniblemente alto en comparación con otras regiones del mundo. A pesar de mantener una balanza comercial positiva, gracias a su estatus como uno de los principales sectores manufactureros de la Unión Europea, la producción interna de papel y cartón ha sufrido una contracción más pronunciada que en otras partes del mundo.
El segmento de papel y cartón para embalaje, tradicionalmente un motor de crecimiento en la región, también ha experimentado una disminución del 12,2% en el consumo, reflejando una desaceleración en el comercio minorista y electrónico, así como un retorno a los niveles pandémicos. Por otro lado, el consumo de papel para reciclaje ha descendido un 7,3%, influenciado por la caída en la demanda de envases de papel reciclado.
El panorama no es menos sombrío para el papel gráfico, que incluye papel de impresión y escritura, con una drástica caída del 27,5% en su consumo. Aunque las tendencias hacia lo digital han jugado un papel, los efectos de reducción de existencias también han contribuido significativamente a esta disminución. Sin embargo, el subsegmento de libros ha demostrado cierta resistencia ante esta tendencia negativa.
Por otro lado, los papeles sanitarios y domésticos han mostrado una mayor estabilidad, con una caída limitada del 3,7% en su consumo, impulsados por una demanda continua de productos de higiene en el ámbito doméstico.
Finalmente, la producción de celulosa en Europa ha registrado una disminución del 7,5%, menos pronunciada que la producción total de papel. Esta caída se debe en parte al cierre de numerosas fábricas de papel gráfico que también producían celulosa. A pesar de ello, la producción de celulosa de mercado ha experimentado un crecimiento del 4,8% en el 2023, impulsada por una fuerte demanda proveniente de China y una capacidad de producción en su punto más alto.
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