En el ámbito de la industria forestal, Brasil se distingue como el principal exportador mundial de celulosa, evidenciando un constante establecimiento de récords. Durante el año anterior, el país embarcó un volumen total de 18 millones de toneladas de esta materia prima, abarcando una proporción cercana al 49% destinada a China. Este hecho marcó la mayor adquisición de celulosa brasileña registrada por los chinos, tanto en términos de volumen como de ingresos generados.
En términos volumétricos, los envíos de celulosa hacia el país asiático alcanzaron los 8,9 millones de toneladas el año pasado, generando ingresos por un total de 3,8 mil millones de dólares estadounidenses. De la cantidad total de fibra exportada por Brasil, un 24% fue dirigido hacia Europa, históricamente el principal mercado para el producto brasileño, y un 14% hacia América del Norte. Estos datos provienen de la Industria Brasileña de Árvores (Ibá), que está culminando su informe «Cenários» con las estadísticas del sector correspondientes al último trimestre del año y al consolidado del 2023, y han sido adelantados a Valor.
Según Ibá, las exportaciones brasileñas de celulosa se han duplicado en la última década, posicionando actualmente al sector como el quinto elemento en importancia dentro de la balanza exportadora del agronegocio. «Nos enfrentamos al desafío de mantener y abrir nuevos mercados. Además, de articular un nuevo ciclo de crecimiento de la productividad de nuestros árboles cultivados«, expresó el presidente ejecutivo de la entidad, Paulo Hartung.
La tendencia apunta a que Brasil continúe estableciendo hitos en esta industria en los próximos años, gracias a un robusto portafolio de proyectos de expansión no solo en celulosa, sino también en papel, paneles de madera y reforestación. Durante el segundo semestre, el sector contaba con una cartera de inversiones de 61,9 mil millones de reales (12.4$ mil millones) hasta 2028, de los cuales 22,2 mil millones( 4.4$ mil millones) corresponden al Proyecto Cerrado de Suzano.
Con una capacidad instalada de 2,55 millones de toneladas, la nueva fábrica de la compañía en Ribas do Rio Pardo (MS) entrará en funcionamiento antes de finales de junio. Se espera que durante el año, la producción de Cerrado alcance las 900 mil toneladas, con ventas de 700 mil toneladas, principalmente destinadas a China.
Arauco también está invirtiendo en el sector en Brasil. La primera fábrica de celulosa de la compañía chilena en el país, en el municipio de Inocência (MS), recibirá 15 mil millones de reales en inversiones y podrá producir 2,5 millones de toneladas al año. Se espera que el inicio de operaciones tenga lugar en el primer trimestre de 2028, con previsiones de una segunda fase del proyecto en el futuro.
También chilena, CMPC acaba de finalizar una inversión de 2,75 mil millones de reales en la fábrica de Guaíba, en la Región Metropolitana de Porto Alegre, siendo el segundo mayor desembolso privado en la historia de Rio Grande do Sul. El Proyecto BioCMPC se dedicó a la modernización, ampliación de la capacidad productiva y sostenibilidad. Además de una expansión del 18% en la capacidad de producción de celulosa, o 350 mil toneladas adicionales a partir de 2024, el proyecto resultará en una reducción de costos y emisiones de gases de efecto invernadero.
Según Ibá, la producción brasileña de celulosa alcanzó las 24,3 millones de toneladas en 2023, ligeramente por debajo del volumen producido el año anterior. Esta disminución refleja las condiciones adversas del mercado, especialmente en los primeros seis meses del año, cuando los precios internacionales de la celulosa de eucalipto alcanzaron su mínimo histórico.
En este entorno, Suzano, el mayor productor de celulosa del mercado mundial, anunció en junio que reduciría el volumen de producción de la materia prima en un 4%, en relación con su capacidad productiva de 10,9 millones de celulosa de mercado para fines de 2022.
De enero a septiembre, la producción brasileña de fibra totalizó 18,1 millones de toneladas, un descenso del 2,8% en comparación con el año anterior. Las exportaciones fueron de 13,7 millones de toneladas, un 3,6% menos, con un consumo nacional aparente estable de 4,5 millones de toneladas.
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